El pecarí de collar o morito (Pecari tajacu).
Los pecaríes miden 90 cm, con una cola de 5 cm., tiene 50 cm, de alzada. El peso es de 20 a 30 Kg., por lo general posee en la parte dorsal una glándula que secreta una sustancia de olor penetrante parecido al almizcle, su pelaje es largo y espeso, color castaño con una mancha blanca en forma de collar. Los individuos jóvenes son rojizos y exhiben una raya negra angosta a lo largo del lomo.
El pecarí de collar o morito (Pecari tajacu) es un tayassuido (la familia a la que pertenecen los cerdos silvestres o "jabalíes" de América) de amplia distribución que se encuentra desde el sur de Estados Unidos hasta el centro de Argentina. Se trata de un mamífero ampliamente adaptable que habita desiertos, bosques secos y selvas húmedas desde el nivel del mar hasta los 2.400 m. Aunque también habita pastizales abiertos, parece necesitar una cierta cobertura arbórea o arbustiva que le sirva de refugio y de fuente de alimento. Su dieta es bastante amplia y está compuesta por frutos, hojas, tubérculos y, en menor medida, de otros animales.
Como los otros pecaríes, el de collar es un animal sociable que vive en grupos cuyo tamaño varía desde los 2 a los 30 ejemplares. Sus áreas de campeo varían entre 24 y 800 hectáreas.
El pecarí de collar está catalogado en la lista roja de UICN como una especie de "preocupación menor", mientras que en la Argentina se considera como una especie de riesgo bajo o "potencialmente vulnerable". La especie se considera como extinta en Corrientes, Entre Ríos, buena parte de Santa Fe, sur de Córdoba y el SE de Santiago del Estero, mientras que todavía es relativamente abundante en algunos sectores de Santa Fe, el centro norte de Misiones, Chaco, Formosa, Tucumán, norte de Santiago del Estero, este de Jujuy, Salta, SE de Catamarca, sur de La Rioja, este de San Juan, oeste y norte de Córdoba, San Luis y NE de Mendoza.
En resumen: el pecarí de collar es un mamífero altamente adaptable que vive en grupos de tamaño variable, que requieren territorios de decenas a unos pocos cientos de hectáreas en ecosistemas con cierta cobertura boscosa. En Argentina todavía se encuentran poblaciones abundantes y saludables de esta especie, aunque también ha desaparecido de varias regiones, incluyendo la provincia de Corrientes.
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