EL CULTIVO DE ÁRBOLES NATIVOS”PARA EMPEZAR, PENSEMOS...
(material de Natalia de Luca)
(material de Natalia de Luca)
¿Porqué y para qué queremos cultivar?
¿Cuáles son nuestras expectativas en este sentido?
¿Qué especies quisiéramos sembrar? ¿Cuáles son las virtudes de esas especies?
¿DÓNDE UBICAMOS EL VIVERO, CÓMO TENDRÍA QUE SER?
Que tenga agua cerca, que no sea salada, que cuente con algún tipo de protección para que no entren los animales. Que este rodeado de árboles grandes para que protejan a los arbolitos de los vientos, calores fuertes y heladas, pero que dejen pasar la luz.
¿CÓMO HACEMOS EL VIVERO?
Tenemos que pensar en prácticas que sean apropiadas a nuestras condiciones, que sean de bajo costo y demanden pocos insumos, sencillas y adaptadas a nuestras necesidades, con materiales y herramientas fáciles de conseguir.
¿QUÉ MATERIALES, HERRAMIENTAS E INSUMOS VAMOS A NECESITAR?
La estructura mínima necesaria para un vivero doméstico es la siguiente:
Almaciguera:
Es el lugar destinado a la siembra, puede construirse con cajones de madera con paredes de 20 cm y sin fondo o usar descartables de la verdulería. Para ello primero hay que colocar en el fondo un paño de plástico con agujeros, algunos palitos finos y hojarasca gruesa de modo que no se escape la tierra; luego se incorporan unos 15 centímetros de tierra negra mezclada con un cuarto de arena fina y lombricompuesto, tiene que ser suelta
para que las plantitas recién germinadas se
puedan retirar sin riesgo de romper sus raicitas.
Canchas de cría:
Es el lugar destinado a tener las macetas con los arbolitos. Para que sea cómoda, es mejor que sean de no más de un metro de ancho y el largo puede variar según la cantidad de macetas y el espacio disponible. Las paredes de la cancha o cantero de cría se pueden hacer de costaneros descartados por los aserraderos o de ladrillos.
Debido a nuestras condiciones climáticas, conviene que sean 10 a 20 centímetros debajo el nivel del suelo. Deben tener buen drenaje para evitar que se inunden cuando llueve. Siempre será necesaria una media sombra tanto en la etapa de siembra como en la de cría porque un golpe de sol puede estresar a las plantas e inclusive secarlas irreversiblemente. Puede ser plástica ostenida por postes o de cualquier material disponible en la zona, tiene que ser desmontable para poder retirarla en invierno y en los días nublados.
En invierno conviene hacer un túnel de plástico para proteger los árboles.
El piso de las canchas de cría puede estar cubierto de arena o plástico negro para evitar que crezcan yuyos y que se enraícen las plantas que vamos a cultivar.
1. Plástico para invernáculo translúcido (150 um, LDT, con filtro UV).
2. Semillas de especies nativas.
3. Bolsas de papel y bolsas de plástico.
4. Sustratos (tierra, lombricompuesto y hojarasca, arena fina).
5. Envases forestales sin fondo (hechos con rollo de riego negro de 8-10cm de diámetro, de 70 micrones, cortados casa 25 cm), envases de plástico negro con fondo de 15x35 cm (para trasvase de plantas con más de 1,5 año) o envases reciclados.
6. Bandejas de plástico y/o cajones para almacigueras (de madera descartable o cajones de fruta descartables), agua.
Herramientas:
Palas de punta, ancha y jardinera; palito repicador; aplastador de 3 cm de diámetro; mesada de trabajo de un metro de alto; mangueras y picos regadores, regadora de 1 a 3 litros; tamizadores y zaranda; heladera o lugar fresco, oscuro y aireado para guardar semillas.
Semillas y Plántulas:
Para empezar debemos conocer el material con que vamos a trabajar: las semillas que darán origen a las plántulas que luego se convertirán en plantines cultivados en macetas listos para ser llevados a terreno definitivo. La semilla es cada uno de los cuerpos que forman parte del fruto, es la estructura mediante la que realizan la propagación las plantas espermatófitas (plantas con semilla). La semilla se produce por la maduración de un óvulo (parte femenina de la flor) fecundado por un grano de polen (parte masculina de la flor). Las partes que conforman la semilla son el embrión, el tejido de reserva (fuente de alimento) y el tegumento (cubierta protectora).
El tegumento puede tener muy diversas texturas y apariencias. Generalmente es dura y sirve de protección, lo que le confiere cierto grado de impermeabilidad al agua y a los gases (como el oxigeno del aire). Frecuentemente en el tegumento se puede ver una marquita: el micrópilo asociado con una cicatriz llamada hilio, que marca el punto donde la semilla se separó del talluelo por medio del cual estaba
adherido al fruto. En algunas especies no es posible observarlo.
El embrión, del que puede desarrollarse una nueva plántula bajo condiciones apropiadas, está formado por los cotiledones (hojitas embrionarias), la plúmula (a partir de la cual se origina el tallo y hojas) y la radícula (que da origen a la raíz).
Muchas especies poseen un tejido cuya función es almacenar las reservas alimenticias de las semillas llamado endosperma, que van a aportar la energía para la germinación. A veces el tejido de reserva puede estar en los cotiledones.
Las plantas con flores se llaman Angiospermas y se clasifican en Monocotiledóneas,o sea aquellas que tienen un solo cotiledón, como sucede en las gramíneas y palmeras;
y en Dicotiledóneas, o sea aquellas que tienen dos cotiledones, como las Leguminosas(que tienen legumbre como fruto), Compuestas, Lauráceas, etc.
Para cada especie existe una época de recolección de semillas/frutos, que en general para la provincia de Córdoba, va de octubre a mayo, por ejemplo el “Quebracho Blanco” madura a principios de la primavera, la “Tusca” a fines del verano, el “Orco Quebracho” a mediados de otoño. Esto puede variar según ubicación geográfica y condiciones climáticas del año de recolección.
Extracción de Semillas del Fruto:
- En el caso de las leguminosas como el Algarrobo, Tusca, Timbó, Espinillo Negro, podemos ayudarnos a romper la chaucha o legumbre indehiscente (que no se abre sola) con una pinza o tenaza.
- En el caso de que el fruto sea carnoso, se retira la parte tierna manualmente ayudándonos de una maceración rápida (no más de dos horas) en agua, luego se dejan secar al aire. Ej.: Tala, Mistol, Chañar, Piquillín, Cucharero.
- En el caso de algunos frutos indehiscentes, éstos se recolectan, almacenan y siembran como si fueran semillas, Ej.: Orco Quebracho, Tabaquillo, Molle, Manzano del Campo.
- En el caso de frutos dehiscentes (que se abren solos) hay que tener cuidado de no perder la semilla pero deben recolectarse una vez que el fruto este semiabierto. Ej.: Espinillo, Barba de Chivo, Durazno del Campo, Quebracho Blanco.
En la actualidad se distinguen dos tipos de semillas (Roberts 1973):
1. Ortodoxas. Semillas que pueden secarse hasta un contenido de humedad bajo, de alrededor del 5 % (peso en húmedo), y almacenarse perfectamente a temperaturas bajas. Este tipo de semillas tienen casi todas las especies forestales nativas.
2. Recalcitrantes. Semillas que no pueden sobrevivir si se las seca más allá de un contenido de humedad relativamente alto (con frecuencia en el intervalo de 20 y 50 por ciento, peso en húmedo) y que no toleran el almacenamiento durante largos períodos. Ej: Coco, Curupí, Mato y Maitén.
3. Dentro de estos dos tipos pueden establecerse una clase de semillas denominadas intermedias, que soporta un almacenaje corto, como por ejemplo en Quebracho Blanco.
Técnica sencilla de almacenamiento:
Una vez recolectados los frutos/semillas deben ser puestos inmediatamente a secar para que pierdan humedad naturalmente (excepto si son semillas recalcitrantes) durante al menos 20-30 días en lugar
aireado, evitando los rayos directos del sol. Luego se guardan dentro de bolsas de papel madera o de diario, que se colocan dentro de bolsas de plástico bien cerradas,
tratando de sacar el aire que queda adentro. Finalmente se ubican en un lugar fresco, seco y oscuro o dentro de la heladera (de 4 a 6 ºC). Antes de abrir el sobre debe esperarse que el mismo tome temperatura ambiente para evitar que la humedad ambiente condense sobre los frutos o semillas.
Tratamiento de las semillas antes de la siembra:
Cada tipo de semilla necesita un tratamiento pre-germinativos para poder germinar.
Una parte importante de las especies poseen algún impedimento para germinen sus semillas. Esto puede deberse a dos causas:
• El medio no es favorable para el crecimiento vegetativo a causa de una escasa disponibilidad de humedad, aireación o por una temperatura inadecuada. A este tipo de inhibición se le llama quiescencia.
• Las condiciones del medio son adecuadas, pero el organismo tiene una combinación fisiológica tal que impide su crecimiento. Este tipo de inhibición se denomina latencia o dormancia.
Los tratamientos pregerminativos para eliminar la latencia son:
a) Escarificación: Es cualquier proceso de romper, rayar, alterar mecánicamente o ablandar las cubiertas de las semillas para hacerlas permeables al agua y a los gases.
Ej: tala, mistol, chañar, piquillín, cucharero, moradillo, aguaribay, molle, orco quebracho y leguminosas (caldén, algarrobo, espinillo, barba de chivo, sen).
• Mecánica. Consiste en raspar la cubierta de las semillas con lijas, limas o quebrarlas con un martillo. Si es a gran escala se utilizan maquinas especiales como tambores giratorios recubiertos en su interior con papel lija, o combinados con arena gruesa o
grava. Se aplica a semillas de leguminosas y semillas envueltas en endocarpos (carocitos) duros.
• Húmeda con agua caliente. Se colocan las semillas en un recipiente con agua caliente a temperatura entre 70ºC y
85ºC (agua a temperatura como para tomar mate), en una proporción de 4 a 5 veces su volumen), se dejan remojar durante 24 horas en el agua que se va enfriando gradualmente. Las semillas embebidas aumentan su volumen por la absorción de agua, y deben sembrarse inmediatamente después del tratamiento. Se aplica al Cucharero,
Moradillo, Aguaribay, Molle, Orco Quebracho y Leguminosas
b) Estratificación: Consiste en colocar las semillas embebidas en capas o estratos húmedos, usando, como sustrato, por ejemplo arena. El período de estratificación varía según la especie. Se utiliza para superar latencias provenientes del embrión.
Ej: Chañar, Mato, Coco, Maitén.
c) Combinación de tratamientos: Se utiliza en semillas de especies que tienen más de un tipo de latencia. Ej: Maitén y Coco.
d) Fuego: para especies con tegumento muy duro impermeable y grueso. En este caso los frutos/semillas se exponen por unos minutos a la acción directa del calor del fuego. Ej: Palma Caranday.
e) Ninguno: semillas que no necesitan tratamiento previo a la siembra: Durazno del Campo, Manzano del Campo, Acacia Visco, Tabaquillo, Quebracho Blanco, Guindillo, Tramontana.
Repique:
Es la práctica de pasar las pequeñas plántulas germinadas desde el almácigo a un envase forestal (tuvo de 10 cm de diámetro por 25 de largo sin fondo). Debe realizarse una vez que las plántulas han desarrollado una o dos hojas adultas (además de los cotiledones). Conviene humedecer bien el almácigo para que las raíces se desprendan con mayor facilidad, la extracción se realiza tomando a la plántula del cuello (lugar donde las raíces se insertan al tallo) y tirando con suavidad hasta que
se desprendan las raicillas. Este procedimiento debe hacerse con sumo cuidado evitando perder parte de la raíz.
Con un palito repicador de un centímetro de diámetro, hecho con una ramita fina con punta aguda, se realiza un hoyo pequeño y profundo en donde se colocará la plantita con la raíz bien extendida verticalmente hacia abajo. Luego se tapa el hueco presionando levemente los costados del envase o agregándole un poquito de tierra. Debemos asegurarnos que las raíces queden en perfecto contacto con la tierra o de lo contrario las plantas se secarán. Inmediatamente deben regarse los envases con abundante agua con cuidado de no golpear y tumbar el plantín, que permanecerá durante uno o dos meses en un sitio con media sombra, período en el que el riego debe ser diario pero evitando los excesos.
¿CÓMO PLANTAMOS UN ÁRBOL?
Plantar un árbol puede parecer sencillo pero es importante tener en cuenta algunos detalles para que el árbol crezca rápido y feliz.
Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Retirar “yuyos” en una superficie de aproximadamente un metro de diámetro.
2. En el centro de la superficie despejada de “yuyos” se realiza un hoyo de undiámetro que entre cómodamente el pan de tierra del arbolito y una profundidad 20 cm más que el largo del envase del árbol.
3. Una vez hecho el hoyo, se cortan todas las raíces que sobresalen del envase para facilitar un anclaje seguro del árbol.
4. Se retira el árbol de su envase y se lo coloca con el pan de tierra procurando que no se desarme, de modo que el cuello del mismo quede 20 cm por debajo del nivel del suelo. Esto evitará que “se levanten” las raíces superficiales.
5. Se coloca el tutor y se termina de llenar el hoyo con tierra, pero evitando completarlo hasta arriba de todo, recordemos que tiene que quedar una cazuela
(a modo de palangana) que esté 20 cm por debajo del nivel del suelo.
6. Se aprieta la tierra con firmeza a fin de evitar bolsas de aire, y seguidamente se riega con 20 litros de agua, vertiéndola cuidadosamente.
7. Se ata el arbolito al tutor con un hilo o tirita de algodón, dibujando un ocho, es decir haciendo un cruce entre el tallo y el tutor.
8. Se coloca hojarasca o pasto seco sobre la cazuela para evitar la rápida evaporación del agua y desfavorecer el crecimiento del pasto.
BIBLIOGRAFIA
DEMAIO, P., U. O. KARLIN, Y M. MEDINA. 2002. Árboles nativos del centro de Argentina. Ed. L.O.L.A. Buenos Aires, Argentina. 210pp.
HARTMANN, H. y KESTER, D. 1988. Propagación de Plantas. México D.F. Compañía Editorial Continental, S.A. de C.V. 760 p.
PATIÑO, F.; DE LA GARZA, P.; VILLAGOMEZ, Y.; TALAVERA, I. y CAMACHO, F.
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D.F. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales. Subsecretaría Forestal.
Boletín Divulgativo N° 63. 181 p.
WILLAN, R.L. 1991. Guía para la manipulación de semillas forestales, estudio con especial referencia a los trópicos. FAO Montes 20/2. 502 p.
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