Córdoba es el único hábitat de 33 especies vegetales, que por este motivo se encuentran vulnerables. Los datos fueron obtenidos por un trabajo preliminar de PlanEAr, una base científica de la flora argentina confeccionada por 38 botánicos.
Dentro de esta base hay censadas 269 especies que crecen en Córdoba, las cuales están agrupadas en cinco grupos, según su situación. De ellas, 33 sólo habitan en Córdoba y están agrupadas en la categoría de mayor riesgo.
"Son categorías tentativas con el objetivo de profundizar su estudio. Es necesario investigar su conservación, teniendo en cuenta que el cambio de uso de suelo en Córdoba es muy alto por los desmontes con fines turísticos y agropecuarios", explica Carlos Villamil, biólogo de la Universidad Nacional del Sur y coordinador de PlanEAr.De estas 33, el género con más representantes es Gymnocalycium , con 11 especies. Son cactus que tienen flores desnudas, sin espinas ni pelos. Además, son globulares, es decir, tienen forma de pelota. Todas habitan en la zona serrana. En general, se los conoce como "asiento de suegra".
"Cada una tiene un ambiente propio que ha colonizado. Algunas habitan las Sierras Chicas, otras las zonas más altas de las Sierras Grandes, el Uritorco, las sierras del norte (Sauce Junco), la zona de Capilla del Monte, de Quilino o Taninga", explica Pablo Demaio, biólogo especialista en este género y miembro de la ONG Ecosistemas Argentinos.Su aspecto más vulnerable es que son endémicas, es decir, que sólo crecen en un sitio determinado. "Son especies de distribución muy restringida, por lo que cualquier cambio ambiental puede provocar su desaparición", explica Demaio.
Luego aclara: "En lo inmediato no son especies que corran riesgo. Crecen en los nacimientos rocosos, donde no hay otras plantas. No tienen competencia. Allí están a salvo de los incendios y del pastoreo. Además, son plantas muy robustas que aguantan hasta un incendio".
No obstante, las especies de las Sierras Grandes están más protegidas que las de otros sitios serranos, porque crecen dentro de reservas como Chancaní o Pampa de Achala.
"Los cactus no están bien protegidos porque no hay muchas tierras protegidas en Córdoba. Habría que crear más reservas estatales o reconocerles a los propietarios de estas tierras los servicios ambientales que brindan", opina.
¿Por qué deberíamos cuidar estos cactus? "Desde la ciencia son especies muy interesantes porque sirven para fechar eventos climáticos y geológicos antiguos. A su vez, Argentina es el segundo país con mayor diversidad de cactus, detrás de México, que hizo un gran negocio internacional. Aquí no se comercializan a pesar de que son apreciadas en el mundo. Tendríamos que cultivarlas y exportarlas", asegura Demaio.
Otros géneros. Otro género con varias especies en riesgo es el Asteraceae , que tiene como especies famosas a las margaritas y las dalias. Además, el "quebrachillo" o "calafate de Achala" y la "lágrima de virgen" son otras plantas endémicas vulnerables.
Pero Villamil agrega: "Hay otras especies que tienen poblaciones extensas, pero están amenazadas por la presión del hombre. Por ejemplo, la peperina, recolectada para infusiones, o árboles como los quebrachos o el caldén, por la madera"
Dentro de esta base hay censadas 269 especies que crecen en Córdoba, las cuales están agrupadas en cinco grupos, según su situación. De ellas, 33 sólo habitan en Córdoba y están agrupadas en la categoría de mayor riesgo.
"Son categorías tentativas con el objetivo de profundizar su estudio. Es necesario investigar su conservación, teniendo en cuenta que el cambio de uso de suelo en Córdoba es muy alto por los desmontes con fines turísticos y agropecuarios", explica Carlos Villamil, biólogo de la Universidad Nacional del Sur y coordinador de PlanEAr.De estas 33, el género con más representantes es Gymnocalycium , con 11 especies. Son cactus que tienen flores desnudas, sin espinas ni pelos. Además, son globulares, es decir, tienen forma de pelota. Todas habitan en la zona serrana. En general, se los conoce como "asiento de suegra".
"Cada una tiene un ambiente propio que ha colonizado. Algunas habitan las Sierras Chicas, otras las zonas más altas de las Sierras Grandes, el Uritorco, las sierras del norte (Sauce Junco), la zona de Capilla del Monte, de Quilino o Taninga", explica Pablo Demaio, biólogo especialista en este género y miembro de la ONG Ecosistemas Argentinos.Su aspecto más vulnerable es que son endémicas, es decir, que sólo crecen en un sitio determinado. "Son especies de distribución muy restringida, por lo que cualquier cambio ambiental puede provocar su desaparición", explica Demaio.
Luego aclara: "En lo inmediato no son especies que corran riesgo. Crecen en los nacimientos rocosos, donde no hay otras plantas. No tienen competencia. Allí están a salvo de los incendios y del pastoreo. Además, son plantas muy robustas que aguantan hasta un incendio".
No obstante, las especies de las Sierras Grandes están más protegidas que las de otros sitios serranos, porque crecen dentro de reservas como Chancaní o Pampa de Achala.
"Los cactus no están bien protegidos porque no hay muchas tierras protegidas en Córdoba. Habría que crear más reservas estatales o reconocerles a los propietarios de estas tierras los servicios ambientales que brindan", opina.
¿Por qué deberíamos cuidar estos cactus? "Desde la ciencia son especies muy interesantes porque sirven para fechar eventos climáticos y geológicos antiguos. A su vez, Argentina es el segundo país con mayor diversidad de cactus, detrás de México, que hizo un gran negocio internacional. Aquí no se comercializan a pesar de que son apreciadas en el mundo. Tendríamos que cultivarlas y exportarlas", asegura Demaio.
Otros géneros. Otro género con varias especies en riesgo es el Asteraceae , que tiene como especies famosas a las margaritas y las dalias. Además, el "quebrachillo" o "calafate de Achala" y la "lágrima de virgen" son otras plantas endémicas vulnerables.
Pero Villamil agrega: "Hay otras especies que tienen poblaciones extensas, pero están amenazadas por la presión del hombre. Por ejemplo, la peperina, recolectada para infusiones, o árboles como los quebrachos o el caldén, por la madera"
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